FUSION
Intercultural Projects Berlin e.V.
Un largo viaje a través del tiempo y el espacio
La asociación sin fines de lucro FUSION-Intercultural Projects Berlin e.V. existe desde 1996. En aquel entonces, el término “intercultural” apenas se utilizaba; se hablaba más bien de “multicultural” cuando se hacía referencia a la diversidad étnico-cultural de la sociedad como consecuencia de procesos migratorios, entendiendo con ello que muchos grupos étnicos vivían ordenados y distinguibles unos al lado de otros según sus respectivas huellas culturales. Se suponía que todo debía desarrollarse de manera pacífica y armoniosa, como corresponde a una sociedad democrática, pluralista y humanista, pero no fue así. Los años 90 del siglo pasado estuvieron marcados por violentos ataques racistas contra migrantes, sus familias e instituciones. Muchas personas en la Alemania reunificada se sintieron profundamente afectadas por los estallidos de violencia xenófoba, sin embargo, las “cadenas de luces” fueron una reacción simbólica más bien débil ante los albergues de solicitantes de asilo incendiados y las numerosas víctimas de la violencia cargada de odio.
FUSION-Intercultural Projects Berlin e.V. fue fundada por personas de distintos continentes que vivían en Berlín, a partir de la conciencia de la necesidad de fortalecer el diálogo entre los diversos grupos étnico-culturales mediante la cooperación y la creación de sinergias creativas. El objetivo era desarrollar una simbología más poderosa contra el racismo, el odio y la violencia, y anclarla en la cultura cotidiana de las personas, de modo que actuara como una inmunización contra el racismo y contribuyera a mejorar las condiciones de integración e inclusión social de los grupos marginados. El núcleo de la idea de FUSION consistía en entender el arte como gramática universal capaz de trascender las huellas étnico-culturales y fusionarlas en nuevas formas de expresión, y la creatividad como fuerza motriz del proceso de dinamización, ampliación y reprogramación de la cultura hacia una cultura del respeto y la aceptación, en la cual el diálogo intercultural y la comunicación entre diferentes grupos sociales se conviertan en una vivencia cotidiana natural.
Estas fueron, en líneas generales, las reflexiones de hace más de un cuarto de siglo que condujeron a la fundación de la asociación FUSION-Intercultural Projects Berlin e.V.
Berlín ya contaba en aquel entonces con la LOVE PARADE y el Christopher Street Day como grandes eventos urbanos con formas de expresión autodeterminadas que representaban a determinados segmentos de la población, pero eran percibidos por todos y marcaban la cultura de la ciudad. Una forma de expresión fuerte que representara la presencia de los migrantes en la ciudad no existía. Había que inventarla.
Carnavalización de la cultura
Las ideas fundamentales de FUSION se basaban en un modelo históricamente desarrollado, en una historia muy larga que narra deportación, esclavitud, colonialismo, emancipación, migración, sincretismo cultural, autodeterminación cultural y resiliencia en situaciones marcadas por racismo, explotación y marginación.
Los miembros fundadores de FUSION e.V., Marta Galvis de Janzer y Wolfgang Janzer, habían conocido a principios de los años 90 el Notting Hill Carnival en Londres y trabajaron durante varios años junto a los protagonistas de esta gigantesca forma cultural urbana, importada en los años 60 por inmigrantes del Caribe, desarrollada y sostenida contra todas las resistencias de la sociedad blanca británica. Aprendieron de ellos. El carnaval caribeño en Londres, nacido de modestos inicios cuando inmigrantes de Trinidad expresaban su nostalgia llevando elementos de su carnaval a las calles de Notting Hill, se había convertido en el mayor evento anual de la capital británica, atrayendo en los 90 a un público de dos millones de personas de todo el mundo, un acontecimiento global. Allí confluyeron todas las artes: música, danza, teatro, escultura, pintura, en una fiesta colectiva sobre el escenario de las calles del corazón de Londres. El evento era organizado y producido por inmigrantes, alrededor del cual se creó a lo largo de las décadas una red auténtica de producción cultural popular: grupos de carnaval, talleres de carnaval (a menudo vinculados a centros juveniles y comunitarios), steelbands, sistemas de sonido de soca, reggae y hip-hop. Una cultura de abajo hacia arriba, cuyo resultado creativo superaba todo lo producido por la cultura museística europea tradicional. El carnaval, como fiesta de la fantasía y la creatividad, hizo visibles a los inmigrantes y les otorgó una voz imposible de ignorar. Actuó como instrumento de autointegración de los inmigrantes en la sociedad británica y transformó de manera duradera las formas de la cultura y la sociedad británicas.
De la experiencia directa con el Notting Hill Carnival nació en 1994 la idea y el concepto para un carnaval en Berlín, que inicialmente iba a llamarse NewKölln Carnival y que luego fue rebautizado como Karneval der Kulturen por la Werkstatt der Kulturen, una institución joven que asumió la organización del evento. La propuesta de organizar un carnaval en Berlín suscitó reacciones divididas: había quienes planteaban objeciones habituales, y quienes expresaban un apoyo inmediato, como la UFA Fabrik y el YAAM Club, instituciones con amplia experiencia en culturas del mundo. También había numerosos artistas internacionales residentes en Berlín que comprendieron de inmediato la idea y contribuyeron a su realización. En 1996 tuvo lugar el primer Karneval der Kulturen, que recorrió desde Hermannplatz en Neukölln hasta Mariannenplatz en Kreuzberg, atrayendo a un público de 50.000 personas interesadas. No fue, pues, una “idea loca”, como la había descalificado un representante de la revista Zitty.
Ese mismo año se fundó la asociación FUSION-Intercultural Projects Berlin e.V., con la convicción de que la nueva forma popular de gran formato, el carnaval, si quería liberar y desarrollar plenamente sus recursos esenciales, no debía organizarse únicamente de manera burocrática por una institución estatal, sino contener desde el inicio fuertes impulsos democráticos, es decir, derechos de participación de los grupos que producían el carnaval, creando máscaras, disfraces, música y coreografías que luego se llevaban al escenario de la calle. El nombre FUSION fue, desde el principio, un programa. Se trataba de la unión y fusión de elementos culturales heterogéneos mediante la cultura del carnaval. El nombre Karneval der Kulturen, sin embargo, implicaba más bien la escenificación de elementos culturales coexistentes en formas principalmente folclóricas, una especie de “exposición de pueblos”, bien intencionada pero, no obstante, paternalista.
Desde la perspectiva de algunos comprometidos protagonistas del carnaval, la implementación oficial de la idea se alejaba del núcleo de la cuestión, por lo que solo quedaba la alternativa de hacerlo uno mismo. Así comenzó la historia de FUSION e.V., siempre guiada por la idea de inyectar estética carnavalesca en la sociedad: cultivar fantasía, creatividad, alegría, construcción colectiva, resistencia, autonomía y la aspiración a la emancipación para mejorar la convivencia, fortalecer la responsabilidad mutua y convertir el futuro en algo que se mira con curiosidad, alegría y valentía, en lugar de con miedo.
La historia de FUSION e.V., como toda buena historia, está marcada por éxitos, fracasos y perseverancia. Conduce desde su fase inicial en Kreuzberg en 1999 hacia Neukölln y Marzahn y luego, en 2013, hacia Brandeburgo: primero Strausberg y en 2016, como última estación provisional, Grünheide, donde levantamos el ZEBRA KAGEL, antes de que Elon Musk instalara allí su TESLA Gigafactory. Muchas personas y destinos están entretejidos en esta historia.
Con el tiempo y en la tensión entre teoría y práctica, algunos aspectos cobraron mayor relevancia: la integración mediante el fortalecimiento de la personalidad, la educación y el desarrollo del sentido de responsabilidad de los jóvenes; estrategias espaciales y medidas concretas para mejorar el entorno vital personal en los llamados “puntos calientes” sociales; medidas para la creación de redes vecinales y una comunicación barrial vital.
Entendemos la biografía de la asociación como el despliegue de una idea en la dinámica espacio-temporal de las contradicciones sociales. El viaje aún está lejos de terminar.
El trabajo de FUSION-Intercultural Projects Berlin e.V. puede rastrearse en esta página web tanto en numerosos documentos de texto como visualmente en galerías fotográficas sobre distintos temas.
Para nuestra sede actual, el ZEBRA KAGEL, existe una página web propia.
Sociedad de migración
Los movimientos de personas a través de fronteras relevantes han existido en todas las épocas históricas y en casi todas partes. La migración es una práctica universal, una forma general de acción humana.
Sin embargo, tanto el tipo y la magnitud de los movimientos migratorios como los órdenes que producen fronteras —y, con ello, las propias fronteras— se han transformado fundamentalmente a lo largo del tiempo.
La migración siempre ha sido un motor significativo de cambio social y de modernización.
Desde esta perspectiva, las personas migrantes pueden ser vistas como actores que aportan nuevos saberes, experiencias, lenguas y perspectivas a diferentes contextos sociales y contribuyen a darles forma.